En la actualidad la elevada incidencia del cáncer de piel en el mundo representa en términos de salud pública un grave problema en ascenso, siendo el de cáncer de piel no melanoma uno de los más comunes a nivel de la población caucásica. Este término engloba todos los tipos de cáncer cutáneos que no involucran melanocitos, aunque generalmente es utilizado para referirse a los dos tipos principales, que corresponden al carcinoma basocelular (CBC) y el carcinoma epidermoide (CE).
El carcinoma basocelular (CBC) es un tumor epitelial maligno que se caracteriza por un crecimiento lento, además de una alta capacidad destructora a nivel local, que puede llegar a comprometer extensas áreas de tejido, cartílago e incluso huesos, teniendo graves repercusiones en la salud de los pacientes. La edad de presentación más frecuente es a los 60 años; aunque actualmente se observa un incremento importante en personas jóvenes menores de 40 años.
La foto exposición ha sido aceptada como el determinante de mayor importancia para el desarrollo de este tumor, además del fenotipo (fototipos claros de piel, Fitzpatrick I y II), el antecedente personal o heredofamiliar de CBC, senilidad e inmunosupresión.
En general el CBC es una lesión friable que no cicatriza, distribuida sobre todo en áreas expuestas al sol, de las cuales aproximadamente un 80% se encuentran en cabeza y cuello, y entre un 15-43% en el área del tronco. Se caracteriza por presentar una translucidez, ulceración, telangiectasias y borde enrolladomicronodular.
Actualmente se cuenta con procedimientos no invasivos como la dermatoscopia, que orientan a su diagnóstico y posee una sensibilidad del 93% y una especificidad del 89%. No obstante, se considera siempre necesario la toma de biopsia para la obtención de manera inequívoca del diagnóstico histopatológico de carcinoma basocelular.
El tratamiento preventivo consiste en eliminar los factores predisponentes, por lo que se hace énfasis en la fotoprotección, mediante la aplicación de bloqueadores de amplio espectro (UVB Y UVA), se desaconseja el uso de camas solares, y se emplean estrategias de educativas de fotoprotección. La resección quirúrgica sigue siendo la medida terapéutica de elección, ya que permite el control histológico de los márgenes del tumor.
Corresponde al 10-20% de todos los cánceres de piel y es el segundo más frecuente después del CBC. Se origina del queratinocito epidérmico que sufre mutaciones repetidas como consecuencia a la radiación ultravioleta; es muy común en personas de piel clara y tiene un 95% de curación detectado y tratado adecuadamente.
Entre los factores de riesgo importante es sexo femenino, tex blanco, exposición a radiación UV o ionizante tamaño mayor a 2cm, profundidad mayor a 2mm, invasión peri neural, invasión linfovascular, tipo histológico, grado de diferenciación, inmunosupresión, infección por VPH, zonas de alto riesgo (pabellón auricular, mucosa labial), zonas de drenaje, lesiones con tendencia a recurrencia, expresión de genes tumorales.
Aparece en zonas de exposición solar, las localizaciones principales son: cabeza y cuello (70%), extremidades superiores (15%), puede afectar otras regiones no expuestas a la radiación como genitales y glúteos producto de otros factores, la forma más frecuente es la asociada a las queratosis actínicas (QA). La QA son máculas o pápulas de superficie áspera que se encuentre en zonas foto expuestas de la piel de bordes mal definidos y con una base eritematosa, pueden ser hiperqueratósicas o pigmentadas; algunas son de crecimiento rápido induración o erosiones.
Se basa en su presentación clínica y evaluación histológica. La historia se basa en identificar factores de riesgo (radiación previa, cicatrices, inmunosupresión, etc), el examen físico debe ser completo para detectar aquellos en zonas cubiertas que tienen el peor pronóstico, siempre examinando la cavidad bucal. La palpación de las lesiones, así como de adenopatías regionales es fundamental. El uso de la dermatoscopia permite identificar algunos patrones orientadores del diagnóstico.
El manejo se basa en cirugía estándar y cirugía de MOHS; la extirpación quirúrgica completa, con márgenes histológicos libre de neoplasia continúa siendo el mejor tratamiento, Otras alternativas es la crioterapia, electrocoagulación, tratamientos tópicos (imiquimod 5-fluroracilo, retinoides tópicos) o terapia fotodinámica, esta última no se recomienda para los pacientes que tiene un elevado riesgo de CE. Además, puede usarse radioterapia y quimioterapia para los pacientes de alto riesgo.
Autores:
Nicole Chaves Torres
Ana Gabriela Gazo Navarro
Valeria González León
Katherina Thames Serrano