La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por piel seca asociada a picazón severa. La picazón es el síntoma distintivo de la enfermedad, esta conduce a trastornos del sueño, piel excoriada y propensa a infecciones.
Las lesiones son papulo vesicular, puede o no presentar costras. Las lesiones más subagudas a crónicas a menudo muestran escamas, excoriación y engrosamiento de la piel. La mayoría de las veces los pacientes tienen una mezcla de lesiones agudas y crónicas en múltiples áreas del cuerpo.
Los pacientes con piel más oscura pueden presentar hiperpigmentación en áreas inflamadas y pueden experimentar una despigmentación similar al vitíligo.
Etiología: Causada por interacciones entre los factores de riesgo genéticos inmunes y ambientales. Se asocia con una disminución en la función de barrera de la piel, La cual se puede dañarse por el rascado, por exposición de jabón y detergentes que provocan una elevación del pH de la piel provocando descomposición de la función de barrera.
Se encuentra asociada con otras patologías como lo son el asma, alergia alimentaria, rinitis alérgica, depresión, ansiedad, hipertensión, enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardiaca congestiva, obesidad entre otras.
Diagnóstico: Se basa en una evaluación clínica y después de descartar otras afecciones como la psoriasis, la infestación de sarna y dermatitis seborreica.
Tratamiento: El éxito del tratamiento requiere que el paciente conozca su enfermedad para que con medidas como la hidratación de la piel, la terapia farmacológica, la identificación y eliminación de factores de brote como irritantes, alérgenos, agentes infecciosos y factores estresantes emocionales, pueda mejorar su calidad de vida. En pacientes refractarios pueden ser necesarios AINE e inmunomoduladores alternativos.
Su uso se basa en la gravedad general de la enfermedad.Dupilumab, glucocorticoides sistémicos, ciclosporina, antimetabolitos (metotrexato).
Otras terapias: Interferón-c, Omalizumab, Fotoféresis extracorpórea, Probióticos (restablece el entorno bacteriano que reduce las respuestas inflamatorias sistémicas), Vitamina D oral (Normaliza las respuestas inmunes y aumenta la expresión de péptidos antimicrobianos).
Prevención: No se recomienda evitar los alergenos, Suplementos pre y postnatal de probióticos, uso de emolientes tempranos en la vida en bebés de alto riesgo, Lactancia materna exclusiva primeros 6 meses de vida, Uso de protección contra el polvo y cubiertas antipolvo para colchones.
Autores
Sharon Monge Cerdas
Gian Carlo Sebiani