La radiación solar es fuente de vida en la tierra, pero la exposición a ésta de forma incontrolada puede ser perjudicial para la piel. La radiación solar llega a la Tierra en forma de emisiones electromagnéticas. Recibe diferentes nombres científicos en función de la longitud de onda de las radiaciones: la ultravioleta A (UVA) y B (UVB) son las responsables de los efectos biológicos en la piel. La calidad y la cantidad de radiación ultravioleta se relacionan con diferentes factores, como la hora del día, la temporada, la altitud y la latitud del sitio. La mayor radiación solar durante el día se detecta entre las 10 a.m y las 4 p.m.
Quemaduras, Fotosensibilidad, Urticaria solar, Insolación, Fotoenvejecimiento, Fotocarcinogénesis, Inmunosupresión, Manchas.
Síntesis de vitamina D, Acción antidepresiva, Bronceado, Calor, Efecto fotoprotector y Terapéutico.
La fotoprotección tiene como objetivo prevenir el daño que ocurre en nuestra piel como resultado de su exposición a la radiación ultravioleta (UV).
Filtros solares: previene el eritema solar, reduce el riesgo de cáncer cutáneo, previene el fotoenvejecimiento cutáneo y reduce el riesgo de fotodermatosis y fotosensibilizantes. Las condiciones que debe cumplir un filtro solar son: seguridad, eficacia y versatilidad.
Autores:
Melissa Montero Navarro
Bianca Brenes Espinoza,
Jullie-anne Lucia Denisia
Valeria Espinoza Bermudez.