El melanoma es un tumor maligno que se origina en los melanocitos. Representa el 4% de todos los tumores malignos de la piel y es responsable del 80% de todas las muertes por cáncer de piel. La detección temprana juega un papel importante en la supervivencia de los pacientes, siendo de un 93% de supervivencia a 5 años en el Estadio I, mientras el estadio IV presenta una supervivencia de tan solo el 11%.
La identificación de los factores de riesgo para el desarrollo de melanoma es fundamental para el reconocimiento precoz. Se dividen en factores del individuo, factores genéticos y factores ambientales.
Factores del individuo: Son los factores de riesgo más importantes en melanoma. El principal factor de riesgo es la presencia de un melanoma previo, siendo de un 1% a 12% de los individuos que han presentado un melanoma desarrollarán un segundo melanoma. Otro factor de riesgo importante es el número total de nevus benignos. Se estima que el riesgo relativo para 8 o más nevus melanocíticos benignos es igual a 12%. Los individuos con gran número de nevus atípicos tienen mayor riesgo de desarrollar melanoma y la eliminación profiláctica de los nevus atípicos no elimina el riesgo de desarrollar melanoma.
El sexo masculino y a mayor edad aumenta el riesgo de melanoma. Hay que tener especial cuidado con los nevus de reciente aparición y con los nevus que presentan cambios en pacientes mayores de 50 años, ya que la probabilidad de que sea melanoma es alta.
Factores ambientales: Radiación ultravioleta El sol es el principal factor de riesgo ambiental para melanoma. Es el causante de entre un 65% a 97% de todos los melanomas, con mayor peso etiológico en personas de raza blanca. La localización anatómica más frecuente de los melanomas de extensión superficial es en las extremidades inferiores en las mujeres y en el tronco en los hombres; que puede explicarse por la exposición solar intermitente y las diferencias en la vestimenta según el sexo. Factores como el color de la piel, pelo o de los ojos elevan la susceptibilidad a los rayos ultravioleta y por ende el riesgo de desarrollar melanoma.
Cámaras de bronceado El riesgo de presentar melanoma aumenta en un 75% cuando las cámaras de bronceado son utilizadas antes de los 30 años.
Protectores solares La protección física contra la exposición solar se acepta como un factor importante en la reducción del riesgo de melanoma. Utilizar ropa oscura, sombreros, evitar exposición en horas de sol intenso son mecanismos útiles de protección solar.
Los cambios más sugestivos de una lesión sospechosa de melanoma son los que se presentan en un periodo de meses, porque cuando estos cambios se presentan en días o semanas hace pensar más en condiciones inflamatorias. Los cambios iniciales más comunes observados son el aumento en el tamaño de la lesión y los cambios de color que ocurren en 70% de los pacientes. El aumento en altura, prurito, úlceras o sangrados se presentan en lesiones avanzadas.
Para el diagnóstico se ha implementado el sistema del ABCDE del melanoma que se basa en: Asimetría, bordes irregulares, color no homogéneo con 2 o más tonos, diámetro mayor a 6mm y evolución con cambios en el tamaño, forma, color u otro aspecto.
Cualquier cambio significativo en nevus preexistentes o lesiones en piel no pueden pasar por alto debido a que algunos melanomas no presentan los cambios típicos descritos en el ABCDE.
Su médico deberá hacer una buena exploración y biopsia de la lesión para definir el tratamiento y manejo que se deberá tomar ya que este dependerá de la extensión de la misma.
Si la lesión no se ha extendido, es decir, es localizada; la resección quirúrgica puede realizarse sin problema. Si la lesión ya hizo metástasis la quimio o radioterapia son la siguiente línea de tratamiento para esta lesión, sin embargo, se ha demostrado que no aumentan mucho la supervivencia y son más utilizadas para tratamiento paliativo.
El tratamiento molecular con inmunoterapia va dirigido a ciertos genes que son característicos de la mayoría de los melanomas, por lo que su médico deberá hacer estudios para saber si es portador de este gen y poder iniciar con esta terapia.
Autores
Tracy Pérez
Luis Alberto Matarrita
Nikol Vargas
Eugenio Díaz de León